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sábado, 27 de agosto de 2011

Mi Experiencia Personal y Grupal en La Feria de Economia 2011



El pasado viernes 19 de agosto finalizamos, como grado y como personas individuales, a un gran reto, el cual consistía en montar una empresa, esto fue La Feria de Economía 2011. Y para mi, más que un reto, represento una enseñanza, y después de todo, eso son los retos, una forma de aprender las cosas en base a la experimentación y la experiencia que el reto te pueda proveer.  Esta feria causó una gran cantidad de estrés en todos los integrantes de ambos grupos, independientemente de que tarea o trabajo tuvieran que realizar, al punto que algunos se quebraron en lagrimas. Pero más que una desventaja, esto fue una forma de aprender a trabajar bajo grandes cantidades de presión y de demanda personal y grupal. También nos enseño mucho acerca de la responsabilidad y la delegación, valores fundamentales para la vida de todo ser humano que, si se aprenden de forma correcta, abrirán puertas en cualquier parte que el individuo desee participar e inspirará confianza de parte de las demás personas alrededor del individuo. Represento una gran oportunidad también, de aprender acerca del trabajo duro y de cómo las personas reales se ganan el día a día con el sudor de sus frentes y con el dolor de sus espaldas, literalmente. Y todo empezó, oficialmente, con la creación de la empresa, su fundación y empleación a escala funcional. Esto represento un gran reto, y a la vez enseñanza, en la organización del grupo y su trabajo en equipo, ya que en lo personal fue muy difícil aceptar varias de las regulaciones expuestas y opinadas por los demás miembros del grupo. Hasta que al fin decidimos la parte teórica de la empresa, lo administrativo y directivo, comenzamos a preparar lo que sería la parte practica de la feria, el establecimiento de la empresa como una entidad formal, la creación de su visión y misión, presupuestos, nominas y demás. Para esto se requirió un conocimiento previo de lo que es el establecer una empresa, principios de integridad, honestidad y transparencia para los clientes, que estos se puedan sentir a gusto haciendo uso de los servicios de nuestra empresa, en este caso, de la comida ofrecida. Y no solamente el conocimiento, sino también la disposición de tomar el compromiso de aceptar estos valores y principios y ponerlos en práctica durante la feria. Y luego, llego una de las partes más difíciles, elegir la lista de los productos a ofrecer durante la venta. Aquí otra vez se puso a prueba la organización y el trabajo en equipo del grupo al momento de sentarnos y, entre todos, elegir los productos y servicios, tomando en cuenta y analizando una por una de las propuestas y sugerencias previamente ofrecidas. Y cuando al fin pudimos crear un menú que satisficiera a todos los miembros del grupo, nos dispusimos a hacer los preparativos para la compra de los productos, la elaboración del presupuesto, la organización de la compra de productos y al final de todo, comprarlos. Esto último no fue muy difícil, pero si tedioso, ya que tuvimos que, incluso, salir de la cuidad a comprar ciertos productos que no se encontraban acá, y le dimos vuelta, también, a media ciudad de Santa Ana en busca de algunos productos que si se encontraban disponibles aquí. Pero luego, se nos llegó la hora más difícil, la elaboración de la comida, ya que tuvimos que reunirnos para preparar y/o cocinar algunos alimentos con anticipación. Esto último incluyó dos días de recolección de encargos, dos días de previa cocción de alimentos, un día de preparación del lugar y un día, o madrugada más bien, de preparación de los desayunos previamente encargados. Y al fin se nos llego el gran día, La Feria de Economía. Desde en la madrugada del viernes se podía percibir un ambiente de tensión, estrés y presión bastante grande entre los integrantes del grupo e incluso hasta en los padres de familia. El día fue muy ajetreado desde su inicio, los desayunos y demás ventas, la alta demanda de los clientes y los estándares de calidad que, como empresa debíamos de cumplir. El día paso casi volando, al punto que para las 12 del mediodía ya habíamos agotado más del 60% del producto inicial y para las 6 de la tarde, ya habíamos triplicado la inversión total, teniendo que pedir alimento auxiliar para la venta nocturna. Al final del día, creo yo, la venta dejo un buen sabor de boca en los integrantes del grupo y en los clientes, no perfecto, pero si muy bueno, y se podía percibir en el rostro de todos, padres, alumnos y clientes, llegando así a cumplir las expectativas y metas que como empresa nos habíamos propuesto y logrando así, aprender todos los valores que se habían expuesto durante el proceso de creación y preparación de la feria. Y para mí en especial, dejo una enseñanza muy grande, primero, en el logro de asimilar lo que es de verdad trabajar en equipo y bajo presión real y muy exhaustiva, comprender lo que significa cumplir un estándar de calidad y lo que es trabajar con honestidad, integridad y transparencia, no para uno, sino que para el cliente y sin olvidar el aprender una gran lección acerca de lo que en realidad significa poner la responsabilidad ante todo. Y en lo personal, lo volvería  a hacer con todo el gusto del mundo.