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lunes, 20 de febrero de 2012

El trafico de órganos


La película “Negocios Entrañables” nos muestra una cruda realidad, la cual, aunque no nos demos cuenta, esta pasando justo debajo de nuestras narices. Y no solo en Inglaterra o los Estados Unidos o algunos países de Asia y Medio Oriente, sino que también aquí en El Salvador y en peores condiciones que las vistas en la película. Muchas veces pensamos e incluso llegamos a creer que estas cosas solo pasan en los países grandes y desarrollados y que los problemas de los países pequeños solo son de violencia y maras. Pero no es así, los lugares más ocultos y escondidos dan alojamiento a este tipo de negocios, donde los más desesperados buscan un último recurso para darse un poco de aire en sus apretados bolsillos.
Muchas veces pensamos que las campañas impulsadas por artistas y famosos dedicadas a este tipo de problemas son todas una farsa mas, pero la verdad es que las estos esfuerzos (la mayoría de las veces) si son ciertos y afectan a todo tipo de ser humano, hombres y mujeres por igual, niños y adultos son sometidos a semejantes tratamientos con tal de levantarse un poco del lugar donde se encuentran.
Y esta es la realidad que podemos observar en la película, pues fue este el aspecto que llamó mi atención. Y no solamente porque es una realidad bien planteada, sino porque es algo por lo que debemos luchar por que termine de una vez por todas. No podemos dejar que estos problemas persistan o mucho menos que crezcan más. Pero eso ya es problema de cada quien, yo por mi parte, haré lo que me corresponda.

domingo, 12 de febrero de 2012

Mi experiencia al escribir

            Escribir, puede ser por trabajo, tareas, diversión, entretenimiento… necesidad quizá. ¿Yo? Lo hago por diferentes razones, un tanto ajena pero parecidas a estas. Por lo general, siempre comienzo muy desganado y sin motivación alguna. Pongo pretextos para no comenzar, me distraigo fácilmente y apropósito. Y la verdad, empezar es lo que más me cuesta a mí, ya que, aunque la mayoría de veces conozco muy bien el tema (y si no lo hago, primero leo sobre él) me cuesta generar una idea clara y concisa. Una vez que ya tengo presente sobre que quiero escribir, redactar la introducción es lo primordial. Porque, en mi caso, si logro plantear bien mi idea al principio, el resto del ensayo, trabajo o como se le quiera llamar viene casi automáticamente, y es como si el texto se hiciera por sí solo. Y es ahí cuando el proceso se vuelve interesante y entretenido para mí. Mi mente se despeja por completo, puedo pensar con facilidad y decir las cosas con fluidez.
            Entonces me doy cuenta de lo mucho que me gusta redactar. Me permite expresar lo que yo quiera, sea el tema que sea. Puedo transmitir un mensaje de manera clara y detallada. Y al terminar siempre pienso “no fue tan malo después de todo, lo podría hacer de nuevo” y finalizo, no frustrado, sino grato de mi experiencia al escribir